Día 9

Domingo 2 de Mayo.

Me encantan los días donde no hay sobresaltos, te levantás normal, desayunás normal, llegó el diario, voy a comprar unas medialunas, el mate está riquísimo, genial, todo sale a la perfección. Después del almuerzo que mejor que una siesta, y el pucho está ausente. Maru optó por esconder el atado que estaba en la repisa, y me dolió no verlo ahi, ahora si que no puedo caer en la tentación facil, y líbranos del mal, amen. Pero se fueron.
Por la noche, me di el lujo de preparar algo a la parrilla para mis suegros, otra vez el recuerdo de fumar ahi, en la terraza, al lado del fuego, agarrar una brasita y prender el pucho, fumarlo, se termina, la colilla al fuego. Duro. En un momento de panza llena, la ausencia del pucho digestivo, la abstinencia, todo, me hizo prenderme un pucho... imaginario. Es normal hacer eso? Ojo, reconozco que me calmó un poco. ¿Taaan psicológica vas a ser abstinencia?? Taaan?
Cuándo llegué a mi casa, podría haber matado por un cigarrillo de verdad, me dolía el cuerpo de pensar en fumar, se lo confesé a Maru con un tembloroso 'me muero de ganas de fumar' y sabia, que sabia es, me dijo, "hacete unos te's" para cuando estaba tomando el te, ya me había olvidado de que quería fumar... maldita abstinencia.